miércoles, 13 de junio de 2012

Capítulo 18 - El secreto de las olas -


Hacía mucho calor. El césped de los jardines del castillo estaba radiante y se veían unas vistas espectaculares desde allí.

A la sombra de un árbol, Marcos y Elsa disfrutaban de un picnic mañanero.


- Eh, no te comas mi última fresa! - protesta Elsa dejando caer su peso encima de su novio.


- La quieres..? - Dice Marcos aguantando la fruta con los dientes y acercándose a ella de forma juguetona.


- Si.. - Dice Elsa a la vez que se acercaba a él lentamente - Pero la quiero toooda para mi!. 

Veloz, le arrebata la fresa a su chico y se la come de un mordisco mientras intentaba controlar las carcajadas descontroladas que no la dejaban disfrutar de su valioso trofeo.


- Eso es juego sucio! - Dice Marcos dándole un pequeño mordisco en la nariz a Elsa - Pero como soy buena persona, no te guardaré rencor por no haber compartido tu fresa conmigo.
La mira con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro. Hiciera lo que hiciera, esa chica solo conseguia sacarle sonrisas.


- Tiriririririiii, tiriririririiiiii! 


- ¿Cuándo vas a cambiarte ese politono tan feo? - Dice Elsa riéndose del sonido del movil de su novio.


- Cuando exista otro sonido mejor que este - Dice Marcos apretando la tecla verde y sacándole la lengua a Elsa- Que pasa Héctor! Por donde paras?


- Que pasa tio, Estoy en mi casa tirado en el sofá, bueno, estamos tirados en el sofá - Dice Héctor al otro lado de la linea entrelazando sus dedos con los de su chica - Y vosotros que? como llevais el dia campestre?


- Pues aqui estamos, que hace nada que hemos acabado de comer y se nos estan comiendo los mosquitos. -  Dice Marcos entre risas, viendo como Elsa no paraba de rascarse los brazos y las piernas e intentaba cazar a ese mosquito que no dejaba de revolotear a su alrededor. - Vais a hacer algo más tarde?


- Iremos a la playa supongo, vendreis? - Dice Héctor

- Dile que le recuerde a Elsa que me traiga mis gafas de sol! - Dice Raquel acercándose al movil de su novio.

- Ya la has escuchado no? - Dice Héctor riendose y abrazando a su chica.

- Si me he enterado de todo, venga, después nos vemos tio. - Dice Marcos cortando la llamada.

Ella seguía peleándose con el mosquito, el se ríe. Su pequeña Elsa era un caso aparte para los mosquitos.


Cinco días atrás..


Aquel bosque estaba lleno de plantas preciosas con flores enormes de muchos colores distintos. Elsa caminaba cogida de la mano de Marcos el cual apartaba todas las plantas que impedían su camino.


- ¿Cuándo lleguemos al lago me contarás por qué te gusta tanto un sitio que está tan lejos? - Dice Elsa sujetando con la mano que le quedaba libre, el gorro de paja que llevaba en la cabeza.


- ¿Algún día entenderé por qué eres tan quejica? - Dice Marcos de forma divertida. Nunca había conocido a nadie que se quejara tanto como Elsa, aunque sabía que se quejaba sólo para hacerlo rabiar.


- No hace falta que lo entiendas, ya sabes que me encanta ponerte de los nervios - Dice Elsa saltando sobre la espalda de su novio y aferrándose a su cuello. Le da un pequeño beso en la mejilla, y apoya su barbilla en su hombro.


Marcos la coge por las piernas y se ríe a la vez que se da la razón a si mismo. Cada día la conoce un poco más aunque aquella rubita loca nunca dejaría de sorprenderlo.


Elsa se sentía como una niña pequeña. Miraba hacía un lado y otro sin perderse ni un detalle de aquel precioso paisaje en las espaldas de Marcos. Se sentía libre rodeada de tanta naturaleza y a la vez tranquila por estar con quien estaba y aunque odiaba los insectos y no había dejado de rascarse desde que habían emprendido el camino, estaba mereciendo la pena. Todo lo que hiciera con él merecia la pena.


Frente a ellos, Elsa divisa un enorme lago de agua cristalina, rodeado por grandes arboles de flores blancas.


- Uau.. - Dice Elsa embobada. - Todos y cada uno de los sitios a los que me traes me dejan fascinada - Le susurra Elsa a Marcos.


- Y aún no has visto nada - Dice Marcos dejando a Elsa en el suelo y respirando el aire fresco que desprendía ese lugar.



¡Menos mal que llevo puesto el bikini! - Dice Elsa desprendiendose de su camiseta rosa chicle y de sus pantalones playeros blancos.

Se mira las piernas y se vuelve a rascar. Tenia la pierna llena de picaduras de mosquito
¡Qué asco de bichos! “ piensa Elsa a la vez que resopla y busca con la mirada a Marcos.

- No te vas a bañar? El agua esta buenisima enana! - Dice Marcos sumergiendose bajo el agua.

Elsa salta al agua y nada hasta encontrarse con Marcos. Hacían pie los dos ya que aquel lago no era muy profundo.

- ¿ Por qué es especial este sitio para ti? - Dice Elsa sentada en frente de su chico.

- No es que sea especial, es que aquí hemos vivido muchas aventuras – Dice Marcos removiendo el agua con los brazos. - Cuando eramos pequeños, Héctor y los demás veniamos aquí y nos pasabamos el dia entero. La cicatriz que tiene Jose en la pierna se la hizo aquí.

- Me gusta saber cosas nuevas de ti – Dice Elsa mirando fijamente a los ojos a Marcos. Le parecía un chico muy interesante y si a eso le sumaba que le queria, le atraía y la ponía nerviosa aún lo consideraba mucho más interesante.

- Y yo que puedo saber hoy de ti? - Dice Marcos arrugando los labios y dejando ver los oyuelos que se le formaban a cada lado de la comisura de sus labios.

- Que odio los mosquitos – Dice Elsa sacando la pierna del agua y señalandose todas las picaduras.

Marcos al ver la pierna de su novia pone cara de susto y no puede evitar soltar una carcajada. Por lo visto él no era el único que pensaba que su chica era dulce.

- Mañana voy a elegir yo lo que vamos a hacer – Dice Elsa sentandose sobre las piernas de Marcos.

- Que quieres que hagamos? - Dice Marcos abrazándola. Estaba empezando a coger frio.

- Quiero que saltemos desde las rocas de la playa – Dice Elsa decidida. Desde que lo vio el dia que conoció a Raquel, siempre ha querido hacerlo.

Marcos la mira con cara de sorpresa. “Así que a Elsa le van las emociones fuertes” piensa a la vez que se levanta dispuesto a salir del agua.

Elsa se levanta y mira como Marcos se seca con la toalla. Lo examina de arriba abajo y se muerde el labio inferior. Ese chico le iba a enseñar muchas cosas que Elsa aún no había aprendido.


PERDONAD QUE NO HAYA ESCRITO ANTES. ESPERO QUE HAYA MERECIDO LA PENA LA ESPERA Y QUE OS GUSTE EL NUEVO CAPI. UN BESITO!