jueves, 9 de febrero de 2012

Capitulo 1 - El secreto de las olas -


Iban todos guapísimos. Subidos al escenario unos esbozaban una gran sonrisa y otros secaban sus lágrimas o buscaban consuelo en su compañero más cercano. Toda la espectación que estaba frente a ellos no dejaba de aplaudir; familiares y amigos de todos aquellos alumnos que se acababan de graduar, orgullosos de verlos donde estaban. Para los que ya eran antiguos alumnos del colegio Tierra Nueva, era una amarga despedida ya que se habían cogido cariño todos entre ellos durante el tiempo que habían estado allí, en esas clases día tras dia. Ahora tocaba elegir la continuidad del camino ya que aquí terminaba una etapa y empezaba otra, para la mayoria, el bachillerato.

Elsa agarró la mano de Marta y juntas se reunieron con las demás. Eran un grupo, eran siete, habían sido compañeras de clase todos estos años pero sobretodo, eran amigas, las mejores amigas del mundo y todas sabían que ahora les esperaba un largo verano por delante y pese a que no fueran a ir las siete al mismo instituto en cuanto empezaran las clases de nuevo, seguirían siendo inseparables.

En medio de toda la muchedumbre, Miguel se abrió paso entre la gente y se detubo cuando la vió. Nunca había tenido el valor de decirle que la quería, que la quería desde hacía mucho tiempo, que le encantaba su sonrisa, su pelo largo, rubio y liso y su manera de ver la vida. La mira una vez más y sonrie. Ese día estaba más guapa que nunca. Lucia un vestido azul marino ajustado a la cintura con una ligera caida que terminaba algo más arriba de sus rodillas y llevaba su precioso cabello recogido con dos orquillas, una a cada lado de su rostro aún de niña. Definitivamente le encantaba Elsa y se lo iba a decir ya. Avanzó unos pasos más y se plantó frente a ella.

-        -  Hola Miguel! – dice Elsa con una gran sonrisa cuando lo vió.
-        -  Hola Elsa - Dice Miguel de forma nerviosa. Traga saliva y empieza a hablar.
 -  
     - Quería decirte algo, tienes un minuto?
-        -   Claro! Dime

Él La coge de la mano y se apartan de la gente.

-        -  Verás, pensé que nunca te lo iba a decir, pero empieza el verano, cambiamos todos de instituto y no se si te veré más así que allá va – coge aire, lo expulsa lentamente y la mira a los ojos- Te quiero.

Elsa no sabía donde meterse. Miguel siempre había sido un chico de su clase, un chico más que le caía bien y al que le tenía cariño pero no era su tipo ni físicamente ni interiormente. Era un gran chico, el típico amigo que siempre iba a estar allí pero que nunca destacaba entre el resto de la gente. Para ella era un amigo más, y esa confesión era lo último que esperaba en un día como este. Decirle que ella no sentía lo mismo le iba a doler, pero siempre había sido muy sincera y esta vez las cosas no iban a ser diferentes.

-         - Mira, Miguel.. yo no quiero hacerte daño y en ti siempre he visto un amigo. Eres un chico increíble pero yo no siento lo mismo que tu por mi, que sinceramente me ha sorprendido muchísimo.

Quería salir de allí ya. Deseaba que viniera Marta y se la llevara de allí.
Nunca le había gustado decir ese tipo de cosas.. que a nadie le gustaba decir, pero ella no lo soportaba. Por esa misma razón nunca se había enamorado de ningún chico, porque no quería que le rompieran el corazón y para que mentir, porque nunca había conocido a nadie especial que la huviera echo cambiar de opinión.
Miguel ya no decía nada más, solo la miraba y eso la ponía aun más nerviosa hasta que Marta, su querida Marta, la sacó de esa incomoda situación.

-         -  Elsaaaaa! Nos vamos ya. Vienes con nosotras no?
-          - Si si esperame anda que ya voy – Dice Elsa con la voz un poco entrecortada- Bueno Miguel, me voy ya, que tengas un buen verano y nos vemos pronto vale?

Y le sonrie por última vez, le da un beso en la mejilla y desaparece.
Miguel seguía sin moverse, le dolía mucho el pecho y tenía unas ganas enormes de llorar, pero sinceramente ya se lo esperaba, una chica como ella nunca se iba a fijar en un chico como él, era la ley de la especie humana. Después de un par de segundos allí quieto, en una sala que ahora estaba vacía, reaccionó, decidió pensar en el verano, en que conocería a una chica nueva y se olvidaría de Elsa aunque sabía que nunca encontraría a nadie como ella.

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