Elsa se
encontraba tumbada en la cama mirando hacia el techo y no conseguía conciliar
el sueño. ¡Ya estaba de vacaciones! Y no podía ser más feliz. Le esperaba un largo verano con sus amigas, de fiesta en fiesta,
dorandose al sol y haciendo deporte. Todo lo que le encantaba hacer, lo iba a
poder hacer ese verano ya que la imaginación de Elsa lo había planeado todo
para que fuera el mejor verano de su vida, pero no todos los planes salen como
uno espera y ella aun no era consciente de todo aquello.
De
repente se abre la puerta de su habitación y entra su hermana Clara.
- - Elsa estas
despierta? – dice la pequeña entre susurros.
- - Sí, que
quieres enana?- dice Elsa incorporándose en la cama y ofreciéndole asiento en
ella.
Clara
camina despacio hasta llegar a la cama donde se encontraba su hermana mayor, se
sienta a su lado y la mira con cara de pocos amigos.
- - Elsa tu te
quieres ir de vacaciones con los papas? Esque yo no me quiero ir de vacaciones
a la playa. – Dice la pequeña niña de seis años a la que no le gustaba nada
estar fuera de su casa, de su habitación y de toda su colección de muñecas a
las cuales adoraba.
Elsa no
se lo podia creer, ¿Qué estaba diciendo su hermana pequeña? Si estas vacaciones
las iban a pasar aquí, en Barcelona, tal y como habían dicho sus padres semanas
atrás.
- - ¿Pero qué dices? No vamos a ir a ninguna parte, me lo dijeron hace un tiempo,
además que yo ya tengo muchos planes.
- - Pues he escuchado a mamá diciendoselo por telefono a la yaya.. – Dice Clara a la vez que
arruga la nariz y se cruza de brazos.
Elsa
deja de pensar y baja corriendo las escaleras donde se encuentra a sus padres
en el sofá viendo la televisión. “Como sea verdad que nos vamos de vacaciones,
les lio la de dios!” pensaba ella.
Elsa lo mira con mala cara y avanza hasta el sofá donde se sienta en medio de su padre y de su madre.
- - ¿Me podeis
explicar que es eso de que nos vamos de vacaciones? – Dice mirándolos fijamente
sin poder controlar los latidos apresurados que padecía su corazón envuelto de
rabia.
- - A ver Elsa
cariño.. Ya sabes que cuando tu eras pequeña nos encantaba ir de vacaciones a
la playa y ya sé que te dijimos que no nos ibamos a ir a ninguna parte, pero
nos ha llamado tu tía Melisa y nos ha dicho que han alquilado un apartamento
allí todo el mes de Julio y hemos dicho que nosotros también ibamos. Entiende que a tu padre y a mi nos hace ilusión ir de vacaciones en familia y tu eres de la familia – Dice Marisa intentando usar el tono más suave que le era posible. Sabía que su hija
tenía mucho carácter y que no se lo iba a tomar nada bien- Cielo solo será un mes el resto..
- - ¡¿Qué habeis
echo qué?! ¡Y encima todo el mes de Julio entero! ¡Pues que sepais, que no
pienso ir y que soys unos mentirosos! - Dice Elsa sin dejar de terminar hablar a su madre y levantándose de un salto del sofá donde se había sentado.
Sus padres miraban atónitos a su hija. Ninguno de los dos decía nada porque ninguno sabía que decir. De una manera o de otra le habían mentido a su hija y aunque no quisieran darse cuenta de que ya no era así, ellos siempre la verían como su pequeña Elsa y por lo tanto en las vacaciones tambien entraba ella.
La niña al ver la cara de sus padres dio por finalizada la conversación porque ella no tenía intención de decir nada más y sin
poder contener las lágrimas, Elsa vuelve a subir las escaleras a toda velocidad
y se encierra en su habitación, maldiciendo la playa, el apartamento, a sus
tíos a sus padres y al resto del mundo.
Después de
llorar hasta agotarse, se levanta del sillón en el se que había acurrucado y se
mira al espejo. Tenía sus bonitos ojos verdes hinchados y rojos, el pelo
alborotado, las mejillas empapadas en lágrimas y la camiseta azul celeste de su
pijama nuevo llena de pequeñas manchas de rímel. Realmente daba lástima de ver
y por mucho que dijera, sabía que la decisión de sus padres iba a misa y
tendría que ir, por las buenas o por las malas a pasar el verano con su
familia. Esboza una sonrisa forzada, se mete de nuevo en su cama y cierra los
ojos pensando que solo será un mes y el resto del verano podrá disfrutarlo con
sus amigas ya que no estaba dispuesta a que el que iba ser el mejor verano de
su vida, por culpa de esas vacaciones forzadas, pasara a ser un verano lleno de
tristeza y melancolía.
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