sábado, 18 de febrero de 2012

Capitulo 12 - El secreto de las olas -


Estaba atardeciendo.

Elsa se encontraba sentada en los bancos del paseo con una sonrisa tonta en la cara. Cualquiera que la viera supondría que estaba hablando con alguien especial y así era. Sergio era muy especial.

-          Entonces guay no? Ya tienes amigos con los que pasartelo bien – Dice Sergio al otro lado del telefono.

-          Si, y esta noche han dicho de ir a la discoteca del pueblo de al lado. Con la que mejor me llevo es con Raquel, con el resto de chicas aún no he hablado mucho.. – Dice Elsa pensando que esa noche podría ser buena para empezar a conocerlas mejor.

-          Bueno cariño, ya verás como será un mes mejor de lo que te esperabas. Ya sabes que yo estoy aquí echandote de menos y eso que solo es el primer dia – Dice Sergio seguido de un suspiro. “Su Elsa” Piensa. Estaba lejos pero porfin era suya.


-          Eso espero. Te tengo que dejar vale? Que aún tengo que cenar, ducharme, arreglarme y he quedado con mi amiga a las diez y media. Un besito cielo, te quiero! – Dice Elsa levantandose del banco a la vez que tecleaba la tecla roja de su móbil después de recibir otro te quiero por parte de su chico. Sí que lo echaba de menos y le gustaría estar con él en estos momentos, pero no ocupaba todo el rato sus pensamientos. “Aún es pronto para estar enamorada del todo” Piensa Elsa a la vez que entra por la puerta de su casa.

Mientras, en otro lugar de aquel pueblo.. 

-          Marcos! Joder tío donde te habías metido? – Dice Héctor acércandose al muro donde se encontraba sentado su amigo.

-          Pues llevo aquí desde que nos hemos ido de la piscina tio. Ahora iré a casa a cambiarme y tal para la noche – Dice Marcos con la cabeza en otro sitio. No entendía por qué estaba así.

-          Eh, estás bien? – Dice Héctor sentándose a su lado.

-          Si si, no te preocupes. Tengo el día tonto hoy pero en cuanto me beba el primer cubata se me pasa – Dice Marcos guiñandole un ojo a Héctor.

-          Como si no te conociera hermano, que son muchos años ya. A ti te pasa algo porque no eres de esos que cuando se raya se viene a pensar a un muro – Dice Héctor mirando a su mejor amigo. Lo conocía desde que tenían diez años y siempre habían estado juntos. No eran hermanos de sangre, pero si de corazón.

-          Tu lo has dicho, son ralladas nada más. Anda vamos, que tengo el coche aparcado aquí detrás y se nos va a hacer tarde – Dice Marcos poniéndose en pie y sacando las llaves de su adorado audi.

Héctor estaba seguro de que algo grave rondaba por la cabeza de su amigo pero tenía mucho tiempo aún para averiguar cual era el motivo. Los dos juntos se suben en el coche pensando en la fiesta que les esperaba horas más tarde.


Elsa no había cenado mucho esa noche. Su primo Álex se había quedado dormido en el sofá y Clara estaba sentada en la cama de Elsa mirando como su hermana se vestía y se arreglaba.

-          Elsa cuando yo sea mayor, podré ponerme todas las cosas que te pones tú? – Le pregunta la pequeña a su hermana, mirando sus tacones de cuña azul  marino.

-          Pues no, porque cuando tu seas mayor, iras muchísimo más guapa! – Dice Elsa guardando la barra de rímel en su neceser y cogiendo el brillo de labios.

-          Jo, pues yo quiero ser mayor ya. Me puedo pintar un poquito y después me lo quito? – Dice Clara levantándose y cogiendo el neceser de Elsa, mirando curiosa su maquillaje. Cuando ella fuera mayor, quería ser igual de guapa que su hermana y tener todas las cosas que ella tenía.

-          Pero si a ti no te hace falta maquillarte para estar guapa. Pero bueno va, pon morritos – Dice Elsa acercando el pincel untado de brillo de labios a los morritos que acababa de poner su hermana. Se lo pasa ligeramente hasta darle un poco de brillo y lo guarda en su sitio. – Pero mira que bien te queda! Estás echa toda una chica mayor.

La pequeña Clara se mira en el espejo, sonríe y va corriendo a enseñárle su “nuevo look” a su madre.

Elsa ya estaba lista y antes de lo previsto. “Voy mejorando” Piensa la guapa chica rubia que se despide de sus padres y sale en busca de su amiga.

Cuando ve a Raquel de lejos, no parece estar muy contenta.

-          Hola Elsa, tenemos un problema – Dice Raquel con las bebidas en los pies y apoyada en la baranda del parque donde habían quedado.

-          Que pasa? – Dice Elsa sentándose en el muro, donde horas antes estaba sentado Marcos el cual aún era un desconocido para ella.

-          Pues pasa que no tenemos coche para ir a Calafell. A nosotras dos nos iba a llevar mi padre porque el resto ya tenían coche pero al final no nos puede llevar. Así que o vamos en bus o nos buscamos la vida – Dice Raquel de mala gana. Saca la botella de vodka mezclada con kiwi y le da un largo trago.

-          Bueno pues no pasa nada. Vamos en bus y ya está. ¿Los demás a qué hora irán hacía alli? – Pregunta Elsa cogiendo la botella que le acababa de ofrecer su amiga y bebiendo otro largo sorbo.

-          Ellos habían quedado en el parking de la zona a las once porque tenían pensado beber allí y después ir a la discoteca, pero si quieres nosotras nos bebemos esto aquí y después cogemos el bus – Dice Raquel sentándose al lado de Elsa.

-          Me parece genial. Así que no te amargues anda, que esta va a ser una noche muy larga. – Dice Elsa dándole otro sorbo más a la botella y pasándosela de nuevo a su amiga.

-          Y tan larga, mira todo lo que tenemos que bebernos nosotras dos solas – Dice Raquel sacando de la bolsa otra botella igual a la que ya habían empezado.

Las dos juntas se ríen. Elsa coje la otra botella y las dos juntas brindan, apoyan y beben.
Entre trago y trago, cigarro tras cigarro y risas y más risas escuchan el ruido de coches acercándose hacía allí. Aparcan justo en frente de la entrada del parque y se bajan del coche un grupo de chicos y de chicas con botellas en la mano.

“No puede ser” Piensa Elsa al ver a Jose en cabeza de la fila que se acercaba hacia ellas.

-          Hombre rubia! Tú por aquí! – Dice Jose con la intención de ir a darle dos besos.

-          Podrías dejar de llamarme rubia y empezar a llamarme Elsa? – Dice la chica que iba de azul con tono burlón. Le cansaba mucho ese tal Jose
.
-          Perdona perdonaaaaa, No, si encima tienes carácter.. – Dice Jose mirándola con una sonrisa pícara.
A Raquel le cambia la cara en cuanto ve a Héctor, pero aún más cuando distingue a Carlota entre el resto de las chicas de ese grupo.

-          Elsa vámonos a la parada del autobús y allí nos acabamos lo poco que nos queda va – Le susurra Raquel a la chica rubia, la cual había empezado a ignorar todo lo que decía ese macarra.
Antes de que Elsa pudiera responder se detiene frente a ellas la famosa Carlota.

-          Anda, tu debes ser la nueva no? – Dice Carlota con un tono de desprecio y echándoles el humo en la cara – Y veo que has elegido muy bien con quien juntarte mientras estes aquí de vacaciones – Termina la frase mirándo con cara de superioridad a Raquel.

-          Y tu eres Carlota, que ya me he enterado que tienes mucha fama por aquí – Dice Elsa encarando a la impertinente esa. El alcohol le estaba haciendo efecto más rápido de lo normal y no era capaz de controlar sus pensamientos.

-          Elsa vámonos de aquí ya. – Dice Raquel cogiendo a su amiga del brazo y tirando de ella.

-          No se quién te crees que eres para hablarme de esta manera mocosa! – Dice Carlota gritándole a Elsa.

-          No le hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti Carlotiiiiiiiita – Dice Elsa respondiéndole a Carlota a la vez que se empezaba a reir.

Raquel se une a sus risas. Elsa tenía mucho valor, o quizá era que iba demasiado borracha. Las dos juntas se alejan rumbo a la parada del autobús.

La actitud de la chica rubia cabrea aún mas a Carlota que tenía la intención de ir detrás de ella y dejarle claro quien mandaba aquí. Pero antes de que eso pudiera pasar, Marcos la coge del brazo y la detiene.

-          Carlota tranquilizate, el comentario que has hecho de Raquel sobraba y la nueva sólo te ha hablado igual que le has hablado tú – Dice Marcos defendiendo a Elsa al que no le había gustado la actitud de su novia. Aveces era insoportable, mejor dicho, últimamente le parecía más insoportable de lo normal.

La cosa se calma y todo el grupo sigue bebiendo y continuando con la fiesta que para ellos ya había empezado.

-          Elsa eres la mejooooor – Dice Raquel abrazando a su amiga y buscando su botella para beber el último sorbo que qedaba.

-          A ver quién se cree la imbécil esa para venirme con esos aires. Que yo seré “La nueva” como ella dice, pero prefiero ser eso antes que la guarra del pueblo – Dice Elsa terminándose su bebida.

-          ¿Sabes por qué le tengo tanto asco? Porque hace ya dos veranos Héctor y yo nos gustábamos y cuando Carlota se enteró un día que salimos de fiesta, se las ingenió para enrollarse con él en mi cara. Yo sabía que Héctor siempre había estado pillado por Carlota, pero pensaba que yo había echo que se olvidara de ella y ya veo que no. Lo peor de todo es que a Carlota no le interesaba Héctor, solo había echo eso porque no quería que yo estubiera con él. – Dice Raquel sacando un cigarro de su bolso. Remover los recuerdos del pasado le había dolido.

A Elsa no le faltaba escuchar nada más sobre la arpía esa. Tenía muy claro que mientras ella estubiera en aquel pueblo, Carlota no iba a hacer llorar ni una sola vez más a Raquel y que si quería problemas, con ella los iba a tener.

El bus llega y las dos juntas y mareadas se suben en él. Quedaba mucha noche por delante y muchas cosas por pasar.

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