Las seis chicas la ven
venir de lejos y se rien. El día que Elsa no llegara tarde, dejaría de ser su
Elsa.
- - ¿Sabes que
eres una tardona?- Dice Elena, la mayor de las siete amigas. La morena de ojos
azules se acerca a ella y le da un fuerte abrazo.
- - Perdoooooon-
Dice Elsa. Coge aire, le hace falta - Me entretení leyendo.
Se miran
todas entre ellas y se empiezan a reir de nuevo. Elsa hace una mueca pero
termina riendo con ellas.
Reparto
de besos. Después de Elena van Cris, Irene, María, Mónica y por último Marta.
Muac
Muac Muac. Parecían un desfile y Marta le deja la cara babosa. Como odiaba que
hiciera eso y como le gustaba a Marta hacer rabiar a su amiga. Después del
último beso de Marta, de la cara de asco de Elsa y de las risas mutuas, se
sientan las siete repartidas en dos bancos y esperan a que los chicos, que
habían entrado en la heladería a comprar algo, salgan para ir todos juntos a la
piscina de Juanjo.
Empiezan
a hablar de sus cosas cuando sale alguien de la heladería.
-
¿Ya estamos
todos no? – Dice un chico alto, moreno, con unos ojos color miel y una sonrisa realmente bonita. Elsa entendía
perfectamente que su amiga Marta estubiera colada por ese chico. Juanjo aparte
de buena persona era guapísimo. Mira a su amiga que se lo come con la mirada y
le da un golpe con el codo.
-
Ai!- Dice
Marta que la mira con cara de “ te voy a matar “
-
Vacía el cubo
de babas, que está demasiado lleno – Dice Elsa entre susurros a su amiga. La
rodea con el brazo y se rie en su oido.
-
Mira que
llegas a ser cabrona.. – Le dice Marta. Eran tal para cual.
Los
demás chicos del grupo salen y se reunen con Juanjo y las siete chicas. Se levantan
todos y echan camino rumbo al paraíso del agua.
Se
habían dividido en grupos y cada pareja o trío hablaba de sus cosas, pero
Mónica caminaba sola. Elsa la ve, se acerca a ella y la coge de la mano. La
mira a los ojos y ve que los tiene llorosos.
- - ¿Qué te pasa
cariño? – Dice Elsa preocupada.
Mónica
se pone a llorar desconsoladamente y Elsa la para y la abraza con todas sus
fuerzas. ¿Por qué lloraba la más tímida de sus amigas? No aguantaba ver a la
gente que le importaba triste, por eso fuera lo que fuera lo que le pasara a
Mónica, intentaría hacer todo lo posible para que se sintiera mejor.
El resto
del grupo, al ver a Elsa abrazando a Mónica se detienen y las miran. Elsa les
hace una señal para que continuen el camino.
Estrañados
le hacen caso y continuan a la vez que Elsa se sienta con Mónica en un portal.
- - Elsa me
tienes que prometer que no se lo vas a contar a nadie, porfavor. – Dice Mónica
ya más calmada
-
Te lo prometo
– Dice Elsa
- - No se ni como
decirtelo.. – Dice Mónica que fija su mirada en el suelo y continua hablando-
Mis padres este mediodía me han sentado en el sofá y me han dicho que se van a
separar.. que ya no se quieren como antes. Pero lo peor esque mi padre se va a
vivir a Galícia y yo tengo que decidir si me voy con el allí o me quedo con mi
madre aquí. Mi família se ha ido a la mierda Elsa.. –Tras estas últimas
palabras las lágrimas vuelven a aparecer en su rostro, el qual se cubre con las
dos manos.
Elsa se
acababa de quedar fuera de juego. Mónica era una chica muy sensible, la más
sensible de las siete, era tímida y desprendía dulzura a todas horas. No
conocía a nadie más bueno que ella y no se merecía por lo que estaba pasando
pero no la iba a dejar sola, ni ella ni las demás. Coge la barbilla de su amiga, y la levanta hasta que sus ojos se encuentran con
los de ella.
- - Escúchame. Se
que es un palo muy grande, pero piensa que para ellos quizá es lo mejor tia. Si
decides quedarte aquí con tu madre, tu padre te vendrá a ver y tu hace un
tiempo me dijiste que las cosas en casa hacía tiempo que no iban bien no? Pues
alomejor ahora van mejor. Pero lo que no pienso dejar, es que Mónica “algodón
de Azúcar” vuelva a derramar una lágrima más, me oyes? Ni yo ni todas las
cabras locas que tenemos por amigas.– Dice Elsa que pretendía hacer sentir
mejor a su amiga.
Mónica sonrie tímidamente. Ya no se acordaba del mote que le
pusieron hace ya dos años, por ser la chica más dulce del grupo. A pesar de lo
mal que lo estaba pasando, tenía mucha suerte de tener unas amigas como Elsa y
las demás.
- - Gracias Elsa,
ahora mismo me haceis mucha falta. Hablaré con mis padres esta noche porque no
me voy a ir, no voy a dejar a las mejores amigas del mundo.
Elsa la
coje de la mano y la levanta, le da una vuelta sobre si misma y silva.
-
Sabes como se
solucionan los problemas? Con una buena fiesta- La mira y le guiña un ojo
seguido de una carcajada mútua entre las dos.
Y sin
dejar de sonreir, Mónica y Elsa continuan el camino hacia donde se encontraban
el resto del grupo, planeando una fiesta de despedida.
Muy
pronto sabrán, que la despedida de Elsa no es lo único que iban a celebrar.
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