Había pasado el tiempo demasiado rápido. Elsa le da un último beso a Sergio
después de haber intercambiado los números de telefono y corre hacia donde
estaban sus amigas.
Íncreible, esa noche había sido increíble.
Todas juntas caminan hasta llegar a la plaza donde había empezado la fiesta
y se despiden de Elsa con un fuerte
abrazo. No sabían si la iban a volver a ver antes de que se fuera ya que eran
las siete de la mañana y tenían en mente dormir hasta no poder más.
Marta y Elsa llegan a la casa donde tenían planeado dormir esa noche. Suben
a la habitación sin hacer ruido, se ponen el pijama y se tumban las dos en la
misma cama.
- - Estoy
esperando que me lo cuentes todo, por si no te habías dado cuenta aún – Dice Marta
fulminandola con la mirada y apoyada en la almohada boca abajo.
- - ¿Qué quieres
que te cuente? No tengo palabras! – Dice Elsa mirando hacía el techo con la
mirada perdida.
-
- Pues las
buscas, pero a mi no me dejas así. ¿Quién era ese pivonazo con el que te has
liado?- Dice Marta que solo deseaba oir toda la historia de la noche de su
amiga. Era una triunfadora!
- - No te lo
vas a creer, pero con ese chico fui yo al colegio cuando era pequeña. Estaba en
la barra pidiendome un tequila y se acercó muy misterioso y empezó a decirme si
me acordaba de él. Yo estaba flipando tia, hasta que me llamo ratita presumida,
que era uno de los disfraces que yo llevé cuando iba a preescolar con él y yo
no se por qué fue, pero me lancé sin pensarmelo. – Dice Elsa mirando a su amiga
y más tarde hundiendo la cara en la almohada.
- - Pues porque esta
buenísimo! Va a ser algo más aparte de
un lio de una noche a que si? Se nota que te gusta de verdad. Nunca te había
visto asi por nadie chiquitina – Dice Marta estirando la almohada hasta dejar
la cara de su amiga al descubierto.
- - Sí me gusta
como no me había gustado nunca ningún otro, pero ha pasado mucho tiempo y yo
que se Marta, no estoy para pensar, así que me voy a dormir ya, lo consulto
todo con la almohada y mañana si te acuerdas, me lo vuelves a preguntar. – Dice
Elsa que le da un beso baboso a su amiga, se acurruca, cierra los ojos y se
duerme al instante.
- - Despieeeeerta,
despierta despierta! – Dice Marta dándole golpecitos en la cara a Elsa
- - Te voy a
matar un día de estos.. – Dice Elsa incorporandose en la cama y tirandole el
cojín a su amiga. – Antes de que me lo preguntes te lo digo yo. Hoy voy a
quedar con Sergio y voy a hablar con él.
- - Si? Bueno
pues ya sabes lo que tienes que hacer después. Contarmelo todo todo todo! –
Dice Marta que se levanta de un salto de la cama y se viste para irse a su casa.
- - Después te lo
cuento payasa. Por cierto, ¿Qué hora és? – Pregunta Elsa buscando su móbil.
- - Las cuatro de
la tarde señorita! Así que ya puedes darte prisa, yo me voy a casa Ven aquí
anda.. – Dice Marta que la abraza aguantandose las ganas de llorar. No le
gustaba nada la idea de que su Elsa se fuera todo un mes de vacaciones. Siempre
habían estado juntas y esa era la primera vez que iba a estar tanto tiempo sin
verla.
Elsa
también abraza a su amiga y se despiden con una sonrisa, que las dos sabían que
había sido forzada y que detrás de ella se escondían unas terribles ganas de
llorar.
Marta
desaparece de la habitación y Elsa se queda sola y pensativa.
No
quería ponerse a llorar así que empieza a buscar su móbil por toda la
habitación.
- - ¡Aquí está! –
Dice Elsa que lo acababa de contrar entre la ropa tirada encima del escritorio.
Marca el
número de Sergio y espera hasta que escucha su voz al otro lado del teléfono.
- - Hola Sergio –
Dice Elsa con un nudo en el estómago. Estaba nerviosa.
- - Hola preciosa
– Dice Sergio al otro lado de la línea
- - ¿Te va bien
quedar esta tarde a las 5? Me apetece verte – Dice Elsa intentando disimular
los temblores que estaba sufriendo.
- - Perfecto.
Quedamos en la calle Aragón vale? Hasta luego Elsa, un beso – Dice Sergio que
finaliza la llamada.
Esa
chica le había robado el corazón. Nunca pensó que alguien a quien hace tanto
que no ve, pudiera hacerle sentir tanto en tan solo una noche. Pero ella lo
había conseguido y no era para menos.
Elsa se
ducha rápido, se viste con unos pantalones blancos y una camiseta de flores y
baja a la primera planta.
Se
dirige a la cocina donde se encuentra su madre guardando las cosas del
lavabajillas y coge una manzana.
- - Mamá, nos
vamos mañana no? – Dice Elsa dándole el primer bocado a la pieza de fruta.
- - Sí, quería
decirtelo, pero no te veía con muchas ganas de hablar con nosotros – Dice su madre guardando un plato en el armario.
- - Lo siento
vale? Lo siento. Pero me habeis jodido todo el mes de Julio y no me hace
ninguna ilusión irme de vacaciones a la playa. Pero bueno, mientras el mes de
agosto pueda pasarlo aquí, me resignaré a estar un mes fuera con vosotros y mis
tios – Dice Elsa con un tono calmado. Quería solucionar las cosas con su madre
- - Yo también lo
siento hija, pero no creo que vaya a ser tan horrible, además, quizás hasta te
lo pasarás bien y todo – Dice Marisa acercandose a su hija y dándole un beso en
la mejilla. “Qué difícil es tener una hija adolescente” Piensa.
Elsa
tira los restos de manzana que se acababa de comer, se despide de su madre con
otro beso y con otros dos de su hermana y de su padre.
Calle
aragón . Allí estaba él esperándola tan guapo como la noche anterior. No, hoy
estaba más guapo que ayer o quizá hoy le gustaba mas que ayer.
Están
cara a cara sin saber que hacer hasta que Sergio se decanta por un suave beso
en los labios. No quería que Elsa pensara que para él sólo había sido un lio
más.
Empiezan
a pasear, a recordar los viejos tiempos. Cogidos de la mano, interrumpen el
camino con un beso tras otro.
Parecían
novios y eso a Elsa no le importaba hasta que le viene una cosa a la cabeza, se
detiene y se sienta en el primer banco que ve.
Sergio
se sienta a su lado pensando en cual podría ser el motivo por el que Elsa había
cambiado su estado de ánimo de golpe.
- - Sergio,
mañana me voy de vacaciones todo el mes de Julio y me gustas, me di cuenta ayer
y me he dado aún más cuenta hoy. Yo no quiero que tu te olvides de mi durante
el tiempo que estoy fuera – Dice Elsa mirandole a los ojos con tristeza.
Sergio
le devuelve la mirada y le acaricia la cara.
- - No lo haré.
Llevo toda una vida esperándose. Observándote pasear con tus amigas, viéndote
de vez en cuando en el “The Luxe” y ahora que he conseguido que me reconozcas,
que he conseguido un beso, dos y tres tuyos no voy a dejar que se quede solo en
esto solo porque tu te vayas de vacaciones. Yo te esperaré, nos sentaremos
juntos frente al maaar.. – Dice Sergio cantando el estribillo de una canción
que en ese momento le recordaba mucho a Elsa.
La chica
le sonríe y le da otro beso más. Era hora de irse a casa. Aún tenía que
prepararlo todo para el viaje de mañana y tendría que llevarse todo el armario
por lo menos.
Ya de
camino, no podía quitarse a ese chico de la cabeza. ¿Amor a primera
vista?
Sí, eso
era. Ese chico la había enamorado a primera vista, pero eso era lo que Elsa
creía. Sólo hacía falta que conociera a otro chico que le hiciera cambiar de
opinión.
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