lunes, 13 de febrero de 2012

Capitulo 8 - El secreto de las olas -


Había pasado el tiempo demasiado rápido. Elsa le da un último beso a Sergio después de haber intercambiado los números de telefono y corre hacia donde estaban sus amigas.
Íncreible, esa noche había sido increíble.

Todas juntas caminan hasta llegar a la plaza donde había empezado la fiesta y se despiden  de Elsa con un fuerte abrazo. No sabían si la iban a volver a ver antes de que se fuera ya que eran las siete de la mañana y tenían en mente dormir hasta no poder más.

Marta y Elsa llegan a la casa donde tenían planeado dormir esa noche. Suben a la habitación sin hacer ruido, se ponen el pijama y se tumban las dos en la misma cama.

-       -   Estoy esperando que me lo cuentes todo, por si no te habías dado cuenta aún – Dice Marta fulminandola con la mirada y apoyada en la almohada boca abajo.

-        -  ¿Qué quieres que te cuente? No tengo palabras! – Dice Elsa mirando hacía el techo con la mirada perdida.
-          
      - Pues las buscas, pero a mi no me dejas así. ¿Quién era ese pivonazo con el que te has liado?- Dice Marta que solo deseaba oir toda la historia de la noche de su amiga. Era una triunfadora!

-         -   No te lo vas a creer, pero con ese chico fui yo al colegio cuando era pequeña. Estaba en la barra pidiendome un tequila y se acercó muy misterioso y empezó a decirme si me acordaba de él. Yo estaba flipando tia, hasta que me llamo ratita presumida, que era uno de los disfraces que yo llevé cuando iba a preescolar con él y yo no se por qué fue, pero me lancé sin pensarmelo. – Dice Elsa mirando a su amiga y más tarde hundiendo la cara en la almohada.

-         - Pues porque esta buenísimo! Va a ser  algo más aparte de un lio de una noche a que si? Se nota que te gusta de verdad. Nunca te había visto asi por nadie chiquitina – Dice Marta estirando la almohada hasta dejar la cara de su amiga al descubierto.

-          - Sí me gusta como no me había gustado nunca ningún otro, pero ha pasado mucho tiempo y yo que se Marta, no estoy para pensar, así que me voy a dormir ya, lo consulto todo con la almohada y mañana si te acuerdas, me lo vuelves a preguntar. – Dice Elsa que le da un beso baboso a su amiga, se acurruca, cierra los ojos y se duerme al instante.

-          - Despieeeeerta, despierta despierta! – Dice Marta dándole golpecitos en la cara a Elsa

-        -  Te voy a matar un día de estos.. – Dice Elsa incorporandose en la cama y tirandole el cojín a su amiga. – Antes de que me lo preguntes te lo digo yo. Hoy voy a quedar con Sergio y voy a hablar con él.

-        -  Si? Bueno pues ya sabes lo que tienes que hacer después. Contarmelo todo todo todo! – Dice Marta que se levanta de un salto de la cama y se viste para irse a su casa.

-        -  Después te lo cuento payasa. Por cierto, ¿Qué hora és? – Pregunta Elsa buscando su móbil.

-         -  Las cuatro de la tarde señorita! Así que ya puedes darte prisa, yo me voy a casa Ven aquí anda.. – Dice Marta que la abraza aguantandose las ganas de llorar. No le gustaba nada la idea de que su Elsa se fuera todo un mes de vacaciones. Siempre habían estado juntas y esa era la primera vez que iba a estar tanto tiempo sin verla.

Elsa también abraza a su amiga y se despiden con una sonrisa, que las dos sabían que había sido forzada y que detrás de ella se escondían unas terribles ganas de llorar.
Marta desaparece de la habitación y Elsa se queda sola y pensativa.
No quería ponerse a llorar así que empieza a buscar su móbil por toda la habitación.

-         - ¡Aquí está! – Dice Elsa que lo acababa de contrar entre la ropa tirada encima del escritorio.
Marca el número de Sergio y espera hasta que escucha su voz al otro lado del teléfono.

-          - Hola Sergio – Dice Elsa con un nudo en el estómago. Estaba nerviosa.
-          - Hola preciosa – Dice Sergio al otro lado de la línea
-          - ¿Te va bien quedar esta tarde a las 5? Me apetece verte – Dice Elsa intentando disimular los temblores que estaba sufriendo.
-          - Perfecto. Quedamos en la calle Aragón vale? Hasta luego Elsa, un beso – Dice Sergio que finaliza la llamada.
Esa chica le había robado el corazón. Nunca pensó que alguien a quien hace tanto que no ve, pudiera hacerle sentir tanto en tan solo una noche. Pero ella lo había conseguido y no era para menos.

Elsa se ducha rápido, se viste con unos pantalones blancos y una camiseta de flores y baja a la primera planta.
Se dirige a la cocina donde se encuentra su madre guardando las cosas del lavabajillas y coge una manzana.

-         -  Mamá, nos vamos mañana no? – Dice Elsa dándole el primer bocado a la pieza de fruta.
-          - Sí, quería decirtelo, pero no te veía con muchas ganas de hablar con nosotros – Dice su madre guardando un plato en el armario.
-          - Lo siento vale? Lo siento. Pero me habeis jodido todo el mes de Julio y no me hace ninguna ilusión irme de vacaciones a la playa. Pero bueno, mientras el mes de agosto pueda pasarlo aquí, me resignaré a estar un mes fuera con vosotros y mis tios – Dice Elsa con un tono calmado. Quería solucionar las cosas con su madre
-          - Yo también lo siento hija, pero no creo que vaya a ser tan horrible, además, quizás hasta te lo pasarás bien y todo – Dice Marisa acercandose a su hija y dándole un beso en la mejilla. “Qué difícil es tener una hija adolescente” Piensa.
Elsa tira los restos de manzana que se acababa de comer, se despide de su madre con otro beso y con otros dos de su hermana y de su padre.

Calle aragón . Allí estaba él esperándola tan guapo como la noche anterior. No, hoy estaba más guapo que ayer o quizá hoy le gustaba mas que ayer.
Están cara a cara sin saber que hacer hasta que Sergio se decanta por un suave beso en los labios. No quería que Elsa pensara que para él sólo había sido un lio más.
Empiezan a pasear, a recordar los viejos tiempos. Cogidos de la mano, interrumpen el camino con un beso tras otro.
Parecían novios y eso a Elsa no le importaba hasta que le viene una cosa a la cabeza, se detiene y se sienta en el primer banco que ve.
Sergio se sienta a su lado pensando en cual podría ser el motivo por el que Elsa había cambiado su estado de ánimo de golpe.

-         -  Sergio, mañana me voy de vacaciones todo el mes de Julio y me gustas, me di cuenta ayer y me he dado aún más cuenta hoy. Yo no quiero que tu te olvides de mi durante el tiempo que estoy fuera – Dice Elsa mirandole a los ojos con tristeza.
Sergio le devuelve la mirada y le acaricia la cara.

-         -  No lo haré. Llevo toda una vida esperándose. Observándote pasear con tus amigas, viéndote de vez en cuando en el “The Luxe” y ahora que he conseguido que me reconozcas, que he conseguido un beso, dos y tres tuyos no voy a dejar que se quede solo en esto solo porque tu te vayas de vacaciones. Yo te esperaré, nos sentaremos juntos frente al maaar.. – Dice Sergio cantando el estribillo de una canción que en ese momento le recordaba mucho a Elsa.
La chica le sonríe y le da otro beso más. Era hora de irse a casa. Aún tenía que prepararlo todo para el viaje de mañana y tendría que llevarse todo el armario por lo menos.
Ya de camino, no podía quitarse a ese chico de la cabeza. ¿Amor a primera vista?
Sí, eso era. Ese chico la había enamorado a primera vista, pero eso era lo que Elsa creía. Sólo hacía falta que conociera a otro chico que le hiciera cambiar de opinión.

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